miércoles, 25 de julio de 2012

RELACIÓN : DISCÍPULO - ÁNGELES - MAGIA - CHAKRAS


 
La jerarquía angelical es la portadora del Fuego Cósmico del Universo (el "Poder de Dios"), como tal todos los ángeles del más pequeño al más grande son seres de poder. No se les puede acercar directamente sin arriesgar quemarse, ya que como soles irradian una gran energía (de hecho, ellos son los portadores de la energía solar).
Para entrar en relación directa con un ángel sin quemarse es necesario saber controlar el fuego que representa el ángel. Por lo tanto se requiere primero trabajar sobre uno mismo y dominar nuestros propios fuegos (los chakras, kundalini, etc) y sólo entonces (y eso se da de una manera natural), la colaboración con los ángeles en forma activa podrá llevarse a cabo.


El discípulo que se encuentra en el camino de la evolución cósmica, poco a poco desarrolla y aprende a controlar sus propios fuegos, o sea sus chakras y la inteligencia de cada uno de sus chakras. Y a medida que avanza en su evolución, establecerá comunicación con las jerarquías angelicales que están asociadas con cada uno de esos chakras.


Los chakras son 'tus fuegos' porque cada chakra es la manifestación correspondiente en tu cuerpo de un ‘fuego’ del Universo o de un aspecto del Fuego Cósmico, bajo el principio de "como es arriba, es abajo". Es por eso que tienes siete chakras principales, porque cada uno de esos chakras está asociado con una de las siete jerarquías de ángeles que dirigen y componen el Fuego Cósmico del Universo
UTILIZACIÓN DE LA MAGIA

Aunque el discípulo aun no domine sus fuegos, existe una manera de hacer contacto directo sin quemarse. Por medio de la magia se protege creando un capullo, un aura que va funcionar como un filtro espeso y así el reflejo del ángel que llega hasta el discípulo esta reducido y no representa más un peligro.
Pero también al final de la ceremonia hay que disipar todas las energías que se han invocado, aunque se trate de las energías de un ángel.

¿Y por qué se requiere tal acto?

Simplemente porque el discípulo no puede salir de su capullo protector, si no ha barrido las energías circundantes. De hacerlo sería inmediatamente quemado por los residuos, incluso si estos son sólo los residuos de la presencia del ángel. Es por eso que en la magia, siempre hay un momento de preparación, uno de protección, uno de invocación y uno de restitución de las fuerzas. Así el mago regresa a su nivel vibratorio sano y salvo.
Sin embargo, incluso con la protección de la magia hay que avanzar con mucha precaución. El discípulo debe solamente contactar e invocar a las jerarquías que coinciden con la progresión de su kundalini, una progresión que a medida que su desarrollo va aumentando, va también entrando en contacto con chakras superiores.
Por ejemplo: no debe llamar a la jerarquía arcangelical asociada con el chakra coronario, como es posible con algunas invocaciones de la kabala mística antigua. No a cualquiera puede permitírsele ya que corre muy graves peligros, incluso usando la magia como protección. En cambio el discípulo puede muy bien comenzar llamando a la jerarquía angelical asociada con la kundalini de la Tierra, que es el fuego al interior de la tierra que está ocupado en la procreación de la tierra ella misma y en su renovación. O sea los ángeles del fuego, o si prefieren los espíritus del fuego. Estos el discípulo puede perfectamente comenzar a invocarlos sin peligro, en la medida en que se hace correctamente toda la preparación y la técnica que se necesita para ello.
Lo que no significa que todo el mundo tiene que pasar por este camino, pero hay personas cuyo rayo necesita esta actividad (me imagino que principalmente a las personas regidas por el rayo 7º asociado con la magia ceremonial) Otros, afortunadamente, tienen otros medios y es mejor, ya que da menos preocupación al maestro y la jerarquía, menos vigilancia a ejercer.

 
De todas formas, cual sea el rayo del hombre y su determinación espiritual. A medida de su evolución, puesto que su kundalini se eleva y sus fuegos se desplazan en los chakras, su conciencia y poder aumentan. Y a medida que se da ese desarrollo, va a entrar en comunicación directa con las jerarquías angelicales. Es inevitable. Y es por eso que para algunos iniciados, para algunos adeptos que han llegado a un perfecto y total desarrollo de su conciencia y de su poder, parece que todo es posible. Desde materializar una rosa hasta curar los enfermos terminales. Todo se vuelve posible, y no sólo por el poder del alma de la persona involucrada, sino también a través de la comunicación y colaboración que mantiene con las jerarquías que viven en el plano de conciencia sobre cual el adepto se elevó.
 
Todos es ósmosis, todos se interpenetra. Todo forma parte de una y misma vida, de un solo y mismo movimiento, no hay separación.
Pastor (guía espiritual, conferencia 07-10-88)

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